miércoles, 27 de abril de 2011

Momento de reflexión

Hoy no fuimos al Colegio "Siempre Amanecer" pues era momento de hacer un alto en nuestras actividades y reflexionar en grupo de todo lo que habíamos vivido hasta ahora en nuestras horas CAS. Además teníamos que ver el desarrollo de nuestro proyecto que involucre la parte de creatividad y acción según nuestro cronograma. 

Tuvimos una ronda de preguntas para el profesor Schmitt, coordinador de CAS, con el fin de que pudiéramos resolver nuestras cuestiones, a la vez de hacerlo con nuestro asesores CAS. Luego de tener una conversación en grupo con nuestro asesor, él comenzó las entrevistas personales para poder cumplir con la nota que se requiere y a la vez hacer una reflexión personal. Mientras tanto, mi grupo y yo comenzamos a ver que actividades podíamos plantear para hacer la siguiente visita. Acordamos que sería una pequeña obra de teatro que mantuviese a los niños atentos, por eso debía ser pequeña y llamativa. También vimos lo de nuestro proyecto, que consistirá en difundir el autismo a la sociedad, comenzando por nuestro colegio. Por un lado se harían encuestas, charlas, etc. Un grupo de chicos y yo nos encargaremos de hacer cómics resaltando cualidades de los niños autistas y a la vez dándolos a conocer. Esta última idea nos la propuso el profesor Schmitt, quien vino a conversar con nosotros un momento.


Ahora el primer número del cómic estará listo para después de vacaciones del primero bimestre.

miércoles, 20 de abril de 2011

Jugando con la plastilina

Hoy fuimos ahora sí preparados con una actividad para los niños. Habíamos hecho lo propuesto por unos miembros del grupo, que era hacer círculos con cartón, pegarles un palito de helado y llevar plastilina para que los niños pudiesen crear las caritas de feliz y triste, que era el objetivo de la actividad, ya que era una de las actividades que las misses del colegio estaban intentando que los niños aprendiesen. Con esto reforzaríamos lo que ellas le han enseñado. 

Llegamos y preparamos todos los cartones que les daríamos. Al final alcanzó para que cada niño haga una carita feliz y una triste con plastilina. Yo estuve otra vez con Fabricio y al parecer a él le encantaba la plastilina. Le consulté a su profesora si le decía que haga una carita feliz lo haría, me dijo q no, pero yo antes le ya le había dado la indicación y nos sorprendió a ambas que si intentó hacer la carita y solo tuvo un poquito de problemas con la boca. Luego hizo la carita triste. Lo hizo muy rápido, al igual que los otros niños y por ende, se aburrió rápido. Felizmente la profesora nos ayudó e hizo una dinámica cantada con los niños para que identifiquen las caritas. Después de esta actividad, Amelia organizó a los niños para que salgan y hagan sus actividades de ejercicio igual que la otra fecha. En este entonces Fabricio se escapó por segunda vez, la primera fue cuando ya había acabado la actividad de la plastilina y esperábamos a que algunos acabasen. Ahora se iba corriendo porque quería volver a hacer el circuito, corrió sin zapatos y se resbaló. Realmente me dio un gran susto, porque no lograba alcanzarlo hasta que vi que se cayó. Vino la profesora, y yo con vergüenza y temor le expliqué lo que pasó. Felizmente no le pasó nada, es más, quería seguir corriendo. Nos sentamos y al fin logró calmarse, hasta que la profesora los organizó en filas y los llevaron a sus salones. Ahora venía el momento de hablar con Amelia.

Amelia nos dio una recomendación con respecto a las actividades que planteemos. Debían ser dos y cortas, dándoles una utilidad a lo que creen. Es decir, en lo de las plastilinas, nosotros solo organizamos que crear, mas no lo que luego harían. Nos incentivó a hacer una actividad más grande para la siguiente visita, pues sería en dentro de tres semanas. Esto nos llevó a pensar en algo que realmente sea bueno, para compensar la primera vez que no llevaron ninguna actividad y esta, la cual estaba incompleta. Realmente debemos hacer un buen trabajo.

miércoles, 13 de abril de 2011

Creación del mural

En la fecha pasada, nuestro asesor, Gregorio Segovia, nos había dicho a un grupo de compañeros y a mí que nos encargaríamos esta semana de hacer el panel que representaría a nuestro colegio esta primera semana.

Todo nuestro día en el colegio fue la creación del mural. Nuestro título fue "Descubriendo un nuevo corazón" y la idea a la cual queríamos enfocarnos era el cómo vemos a los niños con TEA ahora que los estamos conociendo. Nuestro mural consistió básicamente  en una historia dedicada a los niños y una parte con nuestros pensamientos, decorado con diversas imágenes. A pesar de algunos inconvenientes que tuvimos como grupo, como cierta desorganización para armarlo rápido, logramos hacer un mural colorido y lo más importante, con un sentimiento propio. 

A continuación mostraré algunas imágenes de lo que fue la creación del mural:

Aquí estabamos viendo la distribución de las cosas que habíamos traido para el mural... 

 

Aquí estoy con mis amigos Gonzalo (izquierda) y Carlo (derecha) armando y cortando las cosas para el mural...


Aquí estamos todo el grupo de CAS 2011 en el colegio "Siempre Amanecer", junto a nuestro asesor Gregorio Segovia...

miércoles, 6 de abril de 2011

¡¡Al fin con los niños!!

Hoy pudimos iniciar la interacción con los niños, a pesar de que la psicóloga nos haya dicho que solo las personas que llevaron el ensayo la semana pasada podían comenzar a estar con los niños en esta fecha. Felizmente nos dejó comenzar a todos, creo que fue porque al fin todos llevamos el ensayo.  

Bueno, llegamos y la psicóloga recogió los ensayos y nos separó en dos grupos. Se llevó al primer grupo, mientras nosotros aguardamos en su patio. Comenzaron a llegar niños grandes con sus sillas y muy contentos nos saludaban. Entraron en el salón donde estaba el primer grupo y comenzaron sus actividades. Mientras tanto, niños más pequeños llegaron también con sus sillas y entraron al salón en el cual hacíamos las charlas. Un niño se escapó, comenzó a correr y luego escupió en el césped. Luego otro no quería entrar y se puso a jugar en los juegos. Supuse que esto sería solo el comienzo de lo que sería el comportamiento de los niños.

Entonces nosotros entramos y ya los niños pequeños estaban en sus mesas, preparados para iniciar su actividad. Nosotros tan solo debimos escoger uno y hacer lo que las profesoras nos digan. Por mi parte, tenía un poco de miedo por hacer algo malo. Ellas nos dijeron que nos pongamos atrás de ellos y a su altura, que éramos como su sombre. La actividad consistía en hacerlos pegar papelitos de color verde en puntos de goma en una imagen de una tortuga.

El niño con el que estuve trabajando era Fabricio. La profesora tuvo que decirme su nombre porque al parecer no habla aún. Desde un inicio entendió que se debía hacer, así que generalmente lo quería hacer solo, sin que lo tocase. Luego accedió a que le pase los papelitos, e incluso llegó a repetir conmigo de qué color era y qué animal era. Esto fue un primer paso que me dio satisfacción.

Después, al concluir de pegar, la profesora nos dijo que podíamos pegarlo en su mural. Juntos lo pegamos. De ahí comenzamos a jugar todos en conjunto con una canción que ayudaba a los niños a que se desarrollen físicamente. Corrimos, saltamos, aplaudimos, nos echamos en el piso, y todo con Fabricio, y lo mejor era que me hacía caso.

Luego, nos sentamos en el piso para hacer otra dinámica. Teníamos que tener a los chicos en medio de nuestras piernas abiertas y sentarlos ahí. Fabricio se echaba a cada rato, parecía estar cansado. Tanto así que la profesora me dijo que no permitiese que se eche. Pero fue muy difícil, se movía, se echaba, se quería parar, pero ya no hacía caso. Tuvo que venir la profesora para que se siente bien. Jugó la dinámica medio cansado, que no quería mucho moverse. Pero aún así jugó un poco. Después vino el juego de las sillas. Esto fue muy curioso, porque pensé que los niños no tendrían la concentración posible para prestar atención a la música. Sin embargo, el juego resultó ser muy divertido. Con Fabricio llegamos a las semifinales, pero cuando perdimos aún quería jugar. Entendió luego que tenía que quedarse sentado junto a los otros que también habían perdido.

Pasamos así como una hora jugando, hasta que llegó la hora de la lonchera. En filita los llevamos a su salón. Eran cinco en su salón. Junto a mis otros compañeros, los llevamos al baño a que se laven sus manitos. Fue allí donde me di cuenta que elegí a uno de los niños más tranquilos del colegio. Había uno que simplemente se tiró al piso para no lavarse, otro que se movía y se escapaba, mientras que Fabri estaba sentadito esperando a que le laven sus manos.

Cuando terminamos entramos a su salón y la miss estimuló a cada uno de los niños a que reclamase su lonchera respondiendo a la pregunta de quien es tal lonchera con la palabra mio. En ese momento fue la primera vez que escuché decir algo claro a Fabri, aunque hubo un niño que no quiso hablar, pero al final intento decir algo.

Fabri comió muy bien su lonchera solito, sin fastidiar a nadie. Al rato, la psicóloga nos dijo que debíamos ya irnos. Me dio pena porque sentí que al final Fabri me aceptó, aceptó que lo acompañase y que lo ayudase. Le dije chau y me hizo chau con su mano. Luego le hice para chocarnos las manos y muy bien lo hizo.

Ya con la psicóloga hicimos un momento de compartir lo que habíamos vivido. Nos dio algunas sugerencias para que los niños trabajen, como un caramelito como premio si no quieren trabajar. Además nos dijo que hoy los niños nos han probado hasta que tope pueden hacer lo que quieren. En cierto modo Fabri sí lo hizo.

Hablando con mis compañeros, muchos mencionaron que era cierto eso de que ellos no miraban fijamente a los ojos, pero recordando, al inicio Fabri no me miraba. Sin embargo, al final, cuando me despedí, sí recuerdo que me haya mirado a los ojos, sin distraerse. Eso me ha parecido muy extraño y a la vez gratificante. :) Me siento contenta de esta primera vez de haber trabajado con Fabri, pues es un niño muy inteligente, se nota, y muy capaz. :)