miércoles, 15 de junio de 2011

Los colores

Dada la experiencia de la semana pasada, esta vez organizamos cinco actividades bien planteadas par que ya no nos sobre tiempo y todo pueda realizarse. En caso contrario, solo pasábamos las actividades para la siguiente semana. Llegamos y el mismo grupo de niños de la semana pasada estuvieron allí disponibles para trabajar con nosotros, aunque noté que habían menos. Encontré a Juanpi y esperamos para comenzar. La primera actividad era pintar con plumón unas formas geométricas que habíamos llevado en hojas bond, con el fin de que cada niño pinte unas tres figuras geométricas. Nosotros debíamos señalarles qué color era, porque básicamente el objetivo era que reconozcan los colores más que las formas, para la siguiente actividad. Me di cuenta que a Juanpi le gustaba pintar. Cogió el plumón grueso y pintó lo más rápido que pudo, pero solo se centró en la parte del medio del círculo que pintó (esta fue la primera forma que le di para pintar). Luego pintó un cuadrado de color verde y pasó nuevamente lo mismo. Con mi ayuda pudo pintar todo el cuadrado y el círculo también. Finalmente pintó una estrella. Yo le repetía los colores mientras pintaba, pero realmente solo se los recordaba porque él ya los conocía.

La siguiente actividad era realizar un circuito con unos juegos de psicomotriz que ellos tenían para que al final estén dos personas del grupo de nosotros para que pregunten a los niños qué color era. Es decir, el objetivo de esto era que al terminar la actividad física los niños respondan lo que aprendieron de los colores al pintar sus dibujos. Juanpi realizó esto muy bien y, teniéndolo agarrado supo esperar su turno. En este momento estuvo como que más tranquilo. Terminaron de pasar los niños dos veces el circuito y los hicimos entrar para la siguiente actividad.


Esto era que los niños rasguen papel lustre para completar, en grupos, dibujos grandes que habíamos dibujado (eran de tamaño de un papelógrafo). Los dividimos en dos grupos y comenzaron a pegar el papel rasgado. Sin embargo, hubieron , de los pocos niños que estaban, algunos que se aburrieron fácilmente y se pusieron a llorar. Las profesoras tuvieron que sacarlos para calmarlos, pero ya no volvieron. Terminamos con 4 niños de los 8 que habían bajado. Esto me molestó un poco, porque el causante era que no todos sabían que debían decirles a los niños qué hacer y esto causaba desorganización que ellos, los niños, también lo sienten y se aburren. Finalmente terminaron todos los dibujos y también el tiempo disponible para nosotros estar con los niños. Se fueron y tuvimos la reflexión de siempre con la psicóloga. De este diálogo rescato el por qué del llanto de los niños. Nos dijo que era porque no podíamos llevarlos de una actividad en movimiento a una actividad manual nuevamente, porque era como que ya estaban activados para la acción, que el volverlos pasivos era difícil y ocasionó el llanto. Además de la desorganización que los niños pudieron sentir, claro está. Pero al menos ahora ya no nos sobró tiempo, lo cual fue algo bueno. Sin embargo, ahora nuestro objetivo será mantener a todos los niños hasta el final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario