Hoy fue la segunda charla con Amelia, la psicóloga del colegio. En esta charla vimos un PPT que nos instruia acerca de los niños con TEA. Esto fue muy productivo ya que daba información clave para tener una idea general de cómo son estos niños. Además nos explicaba sobre un aspecto que me parece es uno de los más importantes que nosotros debemos saber: que los niños son muy diferentes. Podríamos pensar que esto no es una novedad, pero en cuanto a los niños TEA si lo es. Bien se podría asumir que para reconocer a un niño con este transtorno se tiene que reconocer una seria de síntomas. Sin embargo, tal y como Amelia nos explicó, cada niño desarrolla de manera distinta este transtorno. Mientras uno, por ejemplo, puede ser muy cariñoso y meloso con la gente, otro puede ser huraño y simplemente no querer que nadie lo toque para nada, ni sus propios padres. Son extremos muy radicales, pues si bien existen niños así, en los niños con TEA esto se ve más enfatizado. Además algo que si muchos tendrán en común será la mirada perdida. Que un niño con TEA te mire directamente a los ojos por un momento será un logro, pues normalmente viven en su mundo y no prestan atención con facilidad. Amelia nos dijo que este será el reto mayor que nosotros tengamos, el que nos presten atención y que hagan lo que nosotros les pidamos.
La verdad, toda esta información para mí a sido muy importante, porque solo tenía conocimiento de lo que muchos saben, que los niños autistas viven en su mundo, nada más. Sin embargo todos estos datos son de mucha utilidad para mí, no solo para este proceso que estamos comenzando, sino para mi vida. Porque tal y como lo dice Amelia, nadie está libre de tener un familiar con autismo. Es mejor estar preparados para todo, y que mejor preparación que convivir con los niños.
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